A lo largo de las márgenes del bosque tropical caducifolio, los
árboles aparecen cada vez más separados unos de otros y crecen
pastos entre ellos. Finalmente, los pastos llegan a ser la vegetación predominante, con sólo algunos árboles dispersos y
bosques de matorrales espinosos por aqui y por allá: este bioma es
la sabana. Por lo general, los pastizales de la sabana
tienen una temporada de lluvias durante la cual cae prácticamente
toda la precipitación del año: 300 mm o menos. Cuando la temporada
seca hace su arribo, lo hace con gran impetus. Es posible que no
llueva durante varios meses, por lo que el suelo se torna duro, seco
y polvoriento. Los pastos están bien adaptados a este tipo de
clima, pues crecen con gran rapidez durante la temporada de lluvias y
luego mueren, para quedar sólo las raíces resistentes a la sequía
durante la época de aridez. Sólo algunos árboles especializados,
como la espinosa acacia o el baobab, que almacena agua, sobreviven en
las devastadoras temporadas de sequía de la sabana. En las regiones
donde la temporada de sequía es aún más pronunciada,
prácticamente no crecen árboles y la sabana se transforma de
manera gradual e imperceptible en pradera tropical.
La
sabana africana contiene probablemente la colección más variada e
impresionante de grandes mamíferos de todo e planeta. Entre estos
mamíferos hay numerosos herbívoros como el antnope, el nu, el bufalo
de agua, el elefante y la jira fa, además de carnivoros como el
león, el leopardo, la hiena y el perro salvaje.
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